viernes, 23 de noviembre de 2012

Xerrada La importància d'explicar contes

Vet aquí que hi havia una vegada……
A qui no li agrada que li expliquin un conte?
 
A part de gaudir escoltant un conte aquest ens pot ajudar a potenciar la creativitat i la fantasia del nen, el pot ajudar en el procés de maduració de la seva personalitat, afavorir moments afectius amb qui li explica el conte, posar en contacte els infants amb el món de la realitat,…
En Toni Massagué ens va saber explicar tot això i molts d’altres aspectes relacionats amb la importància d'explicar contes: el valor afegit al explicar un conte, contes adequats per cada edat, contes populars…. Tot d’una manera molt engrescadora i fent-nos partícips en la xerrada organitzada per l’Ampa a l’escola Delta de Terrassa el passat dia 22 de novembre.

I vet aquí un gat, vet aquí un gos que aquest conte ja s’ha fos…..I espero que us hagi agradat.

 

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Enquesta participació

Vet aquí que hi havia una vegada una AMPA .....

Propera activitat:

A càrrec del  TONI MASSAGUÉ I CASALS Rondallaire i formador 

Dia: dijous, 22 de novembre 2012

Lloc: a l’escola Delta (hi haurà servei de guarderia)

La importància d’explicar contes als fills
Els infants, de ben petits, han d’escoltar contes a casa, a l’escola, al centre d’esplai.
Escoltar contes és una activitat engrescadora i motivadora que desenvolupa la imaginació i la fantasia.
Els contes ajuden l’infant a créixer com a persona:  ens parlen dels desitjos més profunds de l’ésser humà, dels sentiments, dels valors i contravalors, del mal i del , de les actitudsSón una font valuosíssima d’aprenentatges enriquidors per a la vida. L’infant, escoltant contes, va integrant en el seu ésser tots aquests elements.
A manera de conferència i a partir de contes breus anirem analitzant i desgranant, entre tots, aquells elements, aquells aspectes que creiem que justifiquen el per què és important I necessari explicar contes als nostres fills
.

domingo, 21 de octubre de 2012


Educación lenta



Aprender requiere, entre otras cosas, tiempo. Y vivimos una sociedad, y por tanto una escuela, en las que todo se vive de manera acelerada. Un currículo escolar demasiado lleno de contenidos pretende enseñar a los alumnos 20, 30 temas importantes de una materia en un curso escolar... Internet nos permite responder rápidamente preguntas sobre 30, 40 temas en un mes, en una semana... Pero para aprender no basta con hallar la respuesta correcta, hace ya muchos años que importantes pedagogos dijeron que se aprendía a través de las manos, de la relación de aquello que quieres saber con la propia vida, de la necesidad, del trabajo o proyectos conjuntos con los demás, del esfuerzo por entender y retener aquello que hay que aprender...

En estos tiempos nuestros, demasiado acelerados, estamos oyendo las voces de educadores y pedagogos que hablan de la necesidad de una educación lenta para ayudar a aprender, para aprender de verdad. ¿Significa esto que hay que dejar de lado ordenadores, internet, etc.? En absoluto. Esto quiere decir que hay que saber utilizar las Tecnologías de la Información y el Conocimiento (TIC) de manera adecuada, en su justa medida, como cualquier otra herramienta didáctica, sin olvidar que los alumnos continúan necesitando tocar, observar la realidad en primer plano, hablar y organizarse entre ellos y, sobre todo, comprender el mensaje más que repetir muchos mensajes.

lunes, 15 de octubre de 2012

Cómo conseguir que haga los deberes escolares solo

Esta entrada es la segunda parte de una que escribí anteriormente y que se titulaba “solo hace los deberes si estoy con él.
El caso nos lo presentaba una mamá: Mi hijo tiene 8 años y todas las tardes la misma lucha. Tengo que sentarme con él a hacer los deberes e ir explicándole uno a uno lo que tiene que hacer. Si lo dejo solo no hace nada. De esta forma le tengo que dedicar toda la tarde. Me gustaría que fuera más autónomo, que aunque yo le aclarara alguna duda él los hiciera solo. ¿Qué puedo hacer?
1. RECORDANDO
Las posibles causas que os explicaba eran que se había creado un (mal) hábito, se había establecido una situación de dependencia, se estaba reforzando con atención una situación inadecuada y que el niño o la niña presentara dificultades de aprendizaje.
Después de explicar las posibles causas de esa conducta el objetivo que había que pretender es que los niños y niñas lograran a partir de los 7 años un nivel de autonomía que les permitiera afrontar las tareas sin la presencia del adulto.
2. ANTES DE AFRONTARLO
Antes de intentar modificar este comportamiento es necesario tener presente dos situaciones:
a. Estar dispuesto a cambiar la situación
En primer lugar los padres tienen que estar dispuestos a hacerlo, puedan llevarlo a cabo y tengan la determinación de adoptar las medidas. Algunas familias no lo están por razones que ahora no voy a entrar. En otros casos, estarían dispuestos pero no disponen del tiempo o la paciencia para llevarlo a cabo. Y en otros casos no existe la determinación: saben que van a ceder, que no van a ser constantes …
En cualquiera de los tres casos es mejor ni siquiera intentar nada de lo que os propongo. Ya lo afrontaréis cuando podáis o queráis. Pero amagar” suele empeorar las cosas y hacer más complicado volver a intentarlo.
b. Si hay dificultades de aprendizaje
Si una de las causas es que el niño o la niña tiene dificultades de aprendizaje, lo importante no es cambiar este hábito sino afrontar las dificultades.
Pueden recibir un refuerzo o apoyo escolar en el colegio, la ayuda de un profesor particular o en este caso, de los propios padres.
En casos más graves, el niño o la niña necesite que la enseñanza se le adapte y se le propongan objetivos y contenidos que puedan estar a su alcance.
Los más indicados para saber si el niño tiene dificultades de aprendizaje son sus propios profesores: tened muy en cuenta su opinión.
3. CÓMO CONSEGUIRLO
Los pasos a seguir serían los siguientes:
1º. Explicarle la situación
A partir de los 7 u 8 años los niños y niñas deberían hacer los deberes solos. Si se quiere conseguir que lo hagan les explicaréis previamente lo que se pretende y los motivos por los que debe ser autónomo en este aspecto. Aunque parezca que no tiene importancia, que los niños sepan lo que se pretende y las razones, es fundamental para que se sientan implicados y dispuestos a hacerlo
Se lo ofreceréis como un privilegio, no como un castigo o una consecuencia negativa.
2º. Marcar un tiempo de principio y fin
El tiempo dedicado a los deberes tiene que ser limitado: con principio y fin. Muchas familias pasan horas durante la tarde y el tiempo de los deberes concluye cuando estos se acaban. Suele ser un error ya que en estos casos se pierde muchísimo tiempo.
Mejor avisar que a determinada hora se termina y si los deberes no están terminados, al día siguiente intentará aprovechar más el tiempo.
En estos casos se puede avisar a sus profesores de que durante unos días se está llevando a cabo este “tratamiento”
3º. Estar con él en la mesa
Durante los primeros cinco días aproximadamente, los padres pueden estar sentados en la misma mesa que él, a cierta distancia, pero sin implicarse en la tarea. Es decir, no le leerán las instrucciones ni le explicarán lo que tiene que hacer. Tendrá que esforzarse por entender lo que se le pide o buscar una forma de solucionar por sí mismo las tareas.
Cuando falten unos minutos para terminar podrá explicarle algunas dudas, pero será algo muy puntual. No pasa nada porque no lleve los ejercicios sin hacer, en ese caso se le dirá al niño que explique a su profesor que no sabía qué hacer. Es mejor que el profesor sepa que no sabe hacerlos que llevarlos hechos, pero en realidad sin dominar la tarea.
4º. En la misma habitación pero alejados
En una segunda fase, se puede permanecer en la misma habitación que el niño, pero sentado en otro lugar. Por ejemplo, el niño o la niña trabaja en la mesa del comedor y mamá o papá está sentado en el sofá leyendo un libro. Esto se puede seguir durante otros cinco días aproximadamente.
5º. Trabajar en solitario
En la última fase el niño trabajará ya solo en su mesa y habitación. Al principio los padres pueden estar presentes pero abandonarán de vez en cuando la sala en la que esté haciendo los deberes. Más adelante estará solo desde el primer al último momento.
6º. Reforzar
Es muy importante reforzar la conducta adecuada, no la inadecuada. Eso implica “sorprenderlo” cuando esté trabajando solo, dar muestras de satisfacción por las tareas que sabe afrontar sin ayuda, valorarle y reconocerle que sepa buscar soluciones por sí mismo.
Al principio será costoso, no os lo niego, pero ¿qué queremos? ¿Que su hijo “cumpla el expediente” de llevar los deberes hechos (en su mayoría por los padres) al colegio o que su hijo sea autónomo y sepa solucionar la primera responsabilidad seria de su vida, los estudios?
Espero que estas pautas os ayuden en vuestra labor educativa y también vuestras opiniones
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domingo, 7 de octubre de 2012

Solo hace los deberes si me siento con él

Mi hijo tiene 8 años y todas las tardes la misma lucha: tengo que sentarme con él a hacer los deberes e ir explicándole uno a uno lo que tiene que hacer. Si lo dejo solo no hace nada. De esta forma le tengo que dedicar toda la tarde. Me gustaría que fuera más autónomo. No me importa aclararle alguna duda, pero que hiciera la mayoría solo. ¿Qué puedo hacer?
Esta es una consulta habitual con la que muchas madres y padres se sentirán identificados. A lo largo de dos entradas voy a tratar de ofreceros unas pautas para abordar esta situación. En esta primera entrada trataré de explicar por qué se produce y hacia dónde se debería tender.

1. POR QUÉ SE PRODUCE
Este problema se puede producir por alguna o varias de las siguientes circunstancias:
a. Se ha creado un hábito
El niño se ha acostumbrado a realizar los deberes con su madre (o con otro adulto) y se ha establecido el hábito de hacer los deberes acompañado, explicándole las instrucciones de lo que tiene que hacer y se confirme si la tarea está bien hecha o no.
b. Dependencia
Además se ha creado una dependencia del adulto: no es capaz de afrontar las tareas por sí mismo. El niño suele expresar rápidamente que no entiende o no sabe lo que tiene que hacer. Normalmente cuando tiene que hacer un ejercicio pregunta directamente : ¿Qué hay que hacer? De esta forma no intenta buscar soluciones o alternativas para resolver lo que le están pidiendo.
Por otro lado, necesita que papá o mamá le confirmen que está haciendo lo correcto. Si lo hace solo no sabe evaluar su propia realización
c. Dificultades de aprendizaje
En otros casos el problema se agrava si hay dificultades de aprendizaje. Por diferentes motivos el niño o la niña no sabe realizar las tareas porque no las ha aprendido, no dispone de conocimientos previos o se encuentra tan retrasada en el aprendizaje que es incapaz de afrontarlas.
Imagínese el caso que estamos presentando de 8 años que tiene que leer un texto y realizar unas tareas de comprensión, pero su nivel de comprensión lectora apenas llega a comprender oraciones sencillas: no está en condiciones de afrontar la tarea que se le pide. Muchos niños tienen tales lagunas y retrasos en los conocimientos previos necesarios que no están en condiciones de afrontar los aprendizajes que se le proponen.
No disponer un cierto vocabulario, comprensión lectora o razonamiento matemático le impide afrontar muchas materias.
d. Se refuerza una conducta inadecuada
Al realizar las actividades con la ayuda de su madre o padre, está recibiendo una atención especial: los adultos están centrados totalmente en lo que está haciendo. Recibir atención de forma exclusiva siempre es reforzante para los chicos y contribuye a que esa conducta se mantenga en el tiempo.
El comportamiento que se quiere corregir (estudiar con ayuda de un adulto) obtiene un “premio”: la atención exclusiva de sus padres, que hace que ese comportamiento se afiance más.

2. QUÉ HABRÍA DE LOGRAR
Es posible que muchas familias no hagan de esta situación un problema, es más, vean adecuado trabajar con sus hijos. En este caso, no hay nada que afrontar.
Sin embargo, desde un punto de vista educativo parece que lo más adecuado es que el niño crezca en autonomía personal y sea capaz de afrontar los deberes escolares por sí mismo sin una dependencia de sus padres, aunque le pidan ayuda de vez en cuando.
Depender de los adultos para realizar los deberes tiene el inconveniente de cualquier dependencia. Entre otras cosas que en determinadas situaciones, como los exámenes, no contarán con esa ayuda y los resultados no serán positivos.

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domingo, 23 de septiembre de 2012

Activitats Extraescolars

Actividades extraescolares: ¿beneficiosas o perjudiciales?

 
Con el comienzo de curso todo se pone en marcha y las familias también tienen que decidir en qué actividades extraescolares participará su hijo. En los últimos años se está planteando si participar en ellas puede ser perjudicial para los niños y niñas, especialmente para su rendimiento escolar. Como tantas otras cosas, depende del uso que se haga de ellas. En esta entrada les voy a ofrecer una serie de orientaciones educativas sobre las mismas.
CONSIDERACIONES PREVIAS
Este tipo de actividades tienen un carácter educativo complementario. Pretenden, en el contexto del tiempo libre, desarrollar habilidades y competencias que en la escuela se trabajan en menor medida y además, favorecer la relación con otros niños fuera de ese contexto.
Son perjudiciales cuando se plantean como forma de tener ocupados a nuestros hijos o de tenerlos atendidos y cuidados cuando la familia no puede hacerlo. Sin embargo, cuando se cumplen una serie de pautas educativas básicas, estas actividades son una experiencia positiva para los niños.
ORIENTACIONES EDUCATIVAS
A continuación, les ofrecemos algunas orientaciones:
1. Elección consensuada
Las actividades deben ser elegidas de una manera consensuada entre los padres y los hijos. Deben ser del agrado de los niños, pero también que los padres las consideren adecuadas.
2. Limitar el tiempo
No pueden interrumpir actividades prioritarias y necesarias para el niño o la niña. Por tanto, debe garantizarse tiempo suficiente para la dedicación al estudio, a los deberes escolares, para jugar, disfrutar de tiempo de libre disposición y para relacionarse con sus padres y hermanos. Como criterio general, no deben ocupar más de hora y media diaria y deben dejar al menos, una tarde a la semana totalmente libre.
3. Valorar las actividades ofertadas
Antes de decidirse sobre cuál elegir hay que valorar algunos aspectos como el horario o si el precio y material necesarios son asequibles para la familia. También es conveniente, sobre aquellas que tengamos más interés, conocer a los educadores responsables y hablar con ellos sobre los objetivos y contenidos de la actividad.
4. Qué actividad elegir
El tipo de actividad no debería ser académica, es decir, que no repitan contenidos que ya se trabajan en la escuela. Al contrario, deben favorecer otros aspectos, especialmente la relación con otros niños. Actividades recomendables son las relacionadas con el deporte, la música, el teatro, las manualidades, el arte, la informática, el baile… Los idiomas pueden ser interesantes si se trabajan aspectos que no se potencian tanto en la escuela, como la comunicación oral.
5. Si quiere abandonar la actividad
Algunos niños quieren abandonar las actividades poco tiempo después de haberlas comenzado. En estos casos, es conveniente investigar por qué quiere hacerlo. De cualquier forma lo más recomendable es dejarles continuar más tiempo. De esta manera se les acostumbra a ser responsables y constantes.
6. Los niños con necesidades educativas especiales
Por último, queremos hacer algunas recomendaciones para las familias con niños con necesidades educativas especiales. Estos niños suelen ocupar muchas tardes en terapias complementarias: logopedia o estimulación. Sin embargo, la participación en actividades extraescolares es especialmente beneficiosa para ellos. Por este motivo, les animamos a que participen en alguna actividad a lo largo de la semana. Debe tener un carácter no académico, por tanto algunas de las que hemos señalado.
Además, aunque estos niños pueden tener dificultades en aspectos escolares, en otras áreas tendrán sensación de mejor desempeño y se favorecerá su integración. En estos casos, los padres deben hablar con los educadores de las actividades, explicarles sus necesidades especiales y algunas pautas de cómo tratarlos.
Esperamos que estas orientaciones oss ayuden a la hora de decidir sobre las actividades extraescolares para este curso.
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martes, 17 de julio de 2012

Una mente brillante no se define sólo por un gran éxito en los estudios.

 Más allá de las buenas notas, pesan otras cualidades | Creatividad, tenacidad y resistencia al fracaso distinguen a la persona brillante | Ambiente propicio. El intercambio de ideas y la ausencia de dogmas despiertan la mente | Indican que una persona se esfuerza, es disciplinada y posee cierto talento.

La matriculación universitaria comenzó ayer en Catalunya y, con ella, una nueva etapa en la vida de miles de jóvenes. Algunos empiezan en la educación superior con buen pie: entrarán en la carrera que de verdad desean. Otros, por nota, tendrán que conformarse con una segunda o tercera opción. Aquí se observa ya una de las ventajas de obtener buenas calificaciones: facilidad para elegir estudios. O para conseguir becas, como ocurre con el centenar de jóvenes que lograron un mínimo de nueve puntos sobre diez en el expediente de bachillerato. Son estudiantes de sobresaliente que no tendrán que pagar la matrícula este año, un premio a sus buenos resultados académicos.

Las expectativas puestas en estos alumnos de sobresaliente siempre son altas. A menudo se espera de ellos una carrera profesional fulgurante o grandes logros en el campo del conocimiento al que se dedican. Pero conseguir notas muy buenas no siempre es indicador de poseer una mente brillante, señala el científico y divulgador Jorge Wagensberg. "Las calificaciones excelentes señalan algunas cualidades de la persona que las obtiene, como voluntad, tenacidad y cierto talento, pero no son condición necesaria ni suficiente" para ser una persona brillante. El escritor japonés Haruki Murakami relata en su libro De qué hablo cuando hablo de correr su mediocre paso por la universidad. Como mediocre fue también su vida en el instituto. No destacó por nada bueno ni por nada malo. Fue un estudiante del montón. Unos años más tarde, sin embargo, se convirtió en un escritor de culto. Algo parecido le ocurrió al físico de partículas Alan Guth. Este afirmaba que nunca había hecho "gran cosa", según recoge Bill Bryson en Una pequeña historia de casi todo, hasta que en 1979 propuso la teoría de la inflación. Esta teoría explicaría los primeros instantes del universo -aquí cabe destacar que por "no hacer gran cosa" Alan Guth se refiere a obtener una plaza de profesor en la Universidad de Stanford-.

Así pues, las grandes mentes no tienen por qué haber sido las número uno de la clase en su etapa académica, aunque tampoco es usual que se trate de estudiantes pésimos. Buenos notas, sí, pero quizás no extraordinarias. Estas personas sí comparten, sin embargo, otras características: creatividad, curiosidad y tenacidad especiales, resume Wagensberg. Tenacidad y resistencia al fracaso es, por ejemplo, lo que demostró la científica israelí Ada E. Yonath, ganadora en el 2009, junto con otros dos investigadores, del premio Nobel de Química por descubrir el funcionamiento del ribosoma. Como explicaba la propia
Yonath hace unos días en una contra del periodista Lluís Amiguet (véase La Vanguardia del 4/VII/2012), sus colegas la tachaban de loca cuando ella explicaba lo que pretendía descubrir. "Otros mejores que tú lo han intentado y no lo han conseguido, ¿cómo vas a lograrlo tú?", venían a decirle. Pues sí, lo consiguió. El premio Nobel supuso el reconocimiento final a su trabajo y persistencia. Aunque este galardón no siempre reconoce a las mentes más brillantes. No hay más que mirar el caso de Arno Penzias y Robert Wilson, ganadores del Nobel de Física en 1978. Estos dos radioastrónomos hacían un experimento con una antena en la década de 1960, pero el aparato captaba un ruido de fondo que les molestaba. No sabían a qué se debía ni cómo deshacerse de él. Pidieron ayuda al científico Robert Dicke, de la Universidad de Princeton. Dicke identificó e interpretó ese ruido en un artículo científico: eran restos de la radiación de fondo dejada por el big bang. Aunque ni Penzias ni Wilson explicaron la naturaleza del ruido, recibieron el Nobel. Dicke se llevó palmaditas en la espalda, tal y como cuenta Bryson en Una pequeña historia...

Injusticias aparte, no hay que menospreciar la importancia de obtener buenas notas, señala Rolf Tarrach, rector de la Universidad de Luxemburgo y expresidente del CSIC. Tarrach forma parte desde hace años del comité de selección de las becas de La Caixa, que otorga ayudas a jóvenes brillantes para que se formen en el extranjero. Él es uno de los encargados de reconocer el talento entre los cientos de candidatos -en la pasada edición se presentaron 1.587 solicitudes para 124 plazas-. ¿Cómo identifica ese talento? "Las buenas notas son uno de los criterios para la preselección, se trata de la primera barrera", afirma. Un expediente académico excelente abre las puertas a programas educativos que acabarán por mejorar la formación de un estudiante. Ahora bien, una vez superada esa primera barrera, las buenas notas pasan a un segundo plano y se buscan otras cualidades. Tarrach valora por ejemplo el nivel de iniciativa del candidato, si se trata de una persona proactiva, si demuestra capacidad de aprender del fracaso y de sobreponerse a las derrotas, si está abierto a diferentes oportunidades pero mantiene un objetivo claro en la vida... "Todos estos aspectos indican que, muy probablemente, nos encontramos ante una persona brillante", dice Tarrach. Las compañías más potentes también han desarrollado técnicas para identificar a personas especialmente talentosas. Google cuenta con un proceso de selección que puede durar meses, o incluso más de un año, para dar con el trabajador más brillante y preparado, explica Marisa Toro, directora de asuntos públicos de Google España. El expediente académico es uno de los factores que tienen en cuenta, pero sobre todo se fijan en las cualidades que ha desarrollado una persona a lo largo de su vida y que acaban definiendo a alguien sobresaliente. "Buscamos a personas inteligentes, y no me refiero sólo a las notas que han sacado durante la carrera, sino a su capacidad para resolver situaciones y hacer deducciones; esto lo observamos durante las entrevistas de trabajo", dice Toro. "Capacidad para innovar, creatividad y pasión y energía son las otras características que más valoramos", añade.

Estas mentes creativas y especiales se desarrollan en ambientes que favorecen la conversación, señala Wagensberg. Este científico habla del método peripatético de Aristóteles, mediante el cual profesor y alumno dan largos paseos mientras conversan. "Así intercambian conocimientos, discuten y nacen nuevas ideas", sigue Wagensberg. Esta conversación que activa la mente es precisamente la que reivindicaba Jordi Llovet en su Adiós a la universidad. Wagensberg apunta además a un ambiente variado, donde la persona reciba estímulos y viva la realidad. "Lo que más estimula es la realidad misma", dice. Y por último, continúa Wagensberg, la mente creativa suele desarrollarse en contextos con escasa presencia de ideologías preconcebidas. Hay pocas cosas menos estimulantes que el pensamiento dogmático e inamovible. Conversación y contacto con la realidad, es decir, debate y salidas con los alumnos. Algo que la escuela y la universidad aún pueden potenciar mucho más. Las clases magistrales sin más no parecen ser el mejor método para despertar a una mente brillante. Aunque si se trata de una persona con una inteligencia extraordinaria, puede que estas trabas no le impidan alcanzar el éxito. Ahí está el ejemplo de Bill Gates o Steve Jobs. Ninguno de los dos acabó la universidad y ambos han revolucionado el mundo.


La Vanguardia
Vida| 17/07/2012 - 00:00h
Maite Gutiérrez Barcelona , Sara Sans Tarragona

lunes, 9 de julio de 2012

¡Me aburro! Seis consejos para combatirlo

¡Me aburro! Seis consejos para combatirlo



 “¡Mamá, me aburro!” En estos días de vacaciones de verano seguro que no tardarán en escuchar a su hijo o hija decirlo más de una vez. En esta entrada voy a abordar el tema y a tratar de daros unas pautas para afrontarlo.

Antes de empezar

Aburrirse… es bueno


Aunque no lo crean el hecho de que tus hijos se aburran es bueno. El aburrimiento es una situación “desagradable” y pone en marcha mecanismos para evitar esta situación. De esta forma estimula la creatividad y el ingenio para poder combatirlo.

Si directamente le solucionas el problema, estás eliminando esa parte positiva y estás coartando su creatividad e ingenio.

Por qué se aburren


Algunos papás y mamás os extrañáis de que se aburran a pesar de que tienen “de todo”. Generalmente los chicos tienen durante el curso un ritmo y horario muy rutinario y estructurado: ir al cole, comer, descanso, actividades extraescolares, deberes… En las vacaciones de verano hay más tiempo libre que rellenar y al principio, no saben cómo hacerlo.

En realidad es una situación muy similar a la que ocurre con las personas que se jubilan que cuando llevan un periodo en esa situación no saben qué hacer “con todo el tiempo del mundo”.

Seis consejos prácticos


1. No lo entretengas


Si tu hijo o hija te dice que se aburre… tiene un problema: no se lo soluciones, no lo entretengas. Él tendrá que aprender a gestionarse su tiempo libre, a rellenar ese tiempo. Para ello estimulará su creatividad para buscar una solución. El aburrimiento no es problema de los padres: es un problema del niño o niña, déjalo que lo solucione.

2. Ofrécele algunas posibilidades


Puedes proponerle algunas posibilidades de entretenimiento, para que él  eleja. Por ejemplo, la lectura, escribir historias, un diario, dibujar o pintar, las manualidades con diferentes materiales como escayola, arcilla, marquetería… la realización de puzzles más complejos, hacer abalorios, como collares, pulseras,  las construcciones, etc.

También le podéis enseñar y ofrecer diferentes espacios que haya disponibles en la localidad y que él pueda ser usuario, por ejemplo bibliotecas locales y otros centros culturales.

3. Facilítale disfrutar al aire libre


El verano es un tiempo para disfrutar al aire libre y hacer ejercicio. Si está dentro de tus posibilidades, facilítale esta alternativa: acudir a la piscina aunque sea unos días a la semana, salir con la bicicleta o el patinete, jugar en lugares seguros al exterior…

4. Encomiéndale tareas


También es adecuado que le encargues algunas tareas del hogar adecudas a sus posibilidades y edad. Es una forma de educarlos en la corresponsabilidad.

Desde ayudar en la limpieza de la casa, la vajilla, cuidado de las plantas o del  jardín, cuidado de mascotas, lavar el coche, hasta realizar algunas pequeñas “chapuzas” como pintar o similares. Siempre supervisados y que sean adecuadas a su edad.

5. Ponlo en relación con otros niños


Dependiendo de las posibilidades,  es muy conveniente ponerlo en relación con otros niños: sus amigos del colegio, primos o amigos del barrio. Compartir juegos e ideas con otros chicos también estimulará  su creatividad para combartir el aburrimiento.

6. Evita el monopolio de ciertas actividades


Por último, debes evitar que ciertas actividades monopolicen su tiempo libre, sobre todo aquellas más pasivas, como la televisión. No pasa nada porque dediquen más tiempo a la televisión o a los videojuegos del que dedican durante el curso, pero que no se conviertan en las únicas actividades de tiempo libre. Lo mejor es que dispongan de una variedad de actividades.

Esta entrada plantea una reflexión importante sobre la educación para el tiempo libre que hacemos en nuestra cultura. ¿Quién nos enseña a disfrutar del tiempo libre? Pero quizás sea una actividad muy “sesuda” para las altas temperaturas que vivimos en estos días.

En cualquier caso, espero que esos consejos os ayuden a combatir… el aburrimiento de vuestros hijos e hijas.

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domingo, 20 de mayo de 2012

LLIBRE RECOMANAT 1


Com hem de parlar perquè els fills escoltin i com hem d´escoltar perquè els fills parlin


Adele Faber, Elaine Mazlish

Mares, pares i educadors professionals han convertit aquest llibre en un èxit indiscutible per un motiu: les seves tècniques donen resultat. Ofereixen mètodes sòlids, cordials i, per sobre de tot, eficaços. Són mitjans innovadors per resoldre problemes corrents i ofereixen múltiples consells per escoltar i comprendre les preocupacions dels fills, fomentar la col.laboració familiar sense aclaparar a ningú, trobar alternatives al càstig i ajudar els fills a construir-se una imatge positiva de si mateixos.

Les autores
són psicòlogues i han publicat nombrosos llibres en el camp de la comunicació familiar.

Un modus operandi
perquè els pares puguin ser més efectius i més feliços en les relacions amb els seus fills. -Dr. R. Heavenrich. President de l'Associació Americana de Pediatria.



Contenido
1.
Com podem ajudar els fills a fer front als seus sentiments.
2.
Com podem propiciar la col•laboració.
3.
Alternatives al càstig.
4.
Com podem estimular l´autonomia.
5.
L´elogi.
6.
Com podem fugir del encasellaments.
7.
Recapitulem.


También en:

Editorial: Medici